sábado, 19 de febrero de 2011

Mauricio Wiesenthal. Entrevista 2010

Mauricio Wiesenthal es el escritor de Europa, la reencarnación de Stefan Zweig, Thomas Mann, Rilke, Casanova y Tolstói en la misma persona, pero hablando en castellano y dándonos la oportunidad de conocerlo disfrutando de sus escritos y su oratoria porque, si impresionante y conmovedor es leerlo, escucharlo o conversar con él es una experiencia única e inolvidable. Gracias a Anna Portabella, con motivo de la presentación de EL VIEJO LEÓN. TOLSTOI, UN RETRATO LITERARIO, pudimos hablar un rato sobre su obra y echar la vista atrás.
Han pasado unos años desde que concluyera LUZ DE VISPERAS y así su trilogía europea junto a LIBRO DE RÉQUIEMS y EL ESNOBISMO DE LAS GOLONDRINAS. ¿Cómo lo ve desde la distancia?
Fue un momento que uno siente realmente que cuesta vivir. Era terrible encontrarte por las mañanas que da pereza levantarse, y eso que para mí es uno de los momentos felices del día porque me levanto con los pájaros, cuando veo el sol me pongo en pie.
En Santander, en la Universidad Menéndez Pelayo, Carlos Castilla del Pino me decía que tenía lo comparable a una depresión postparto. El cuerpo es sabio cuando lo escuchas, pero el gran problema que tenemos todos en nuestra cultura es que no escuchamos ni a nuestro cuerpo, ni a la naturaleza, ni leemos los carteles que hay en las calles porque vamos leyendo los semáforos y no tenemos tiempo de leer ‘En esta casa vivió Bécquer’. Éste es el mundo que escribía Rilke del que merece la pena estar atento, porque hay todo un mundo invisible que nos rodea y que es un mundo que necesita de nosotros para hacerse visible.
Ha pasado mucha gente por las mismas bibliotecas, casas y sitios que usted recorre en sus libros, pero quien nos ha enseñado a mirar y ver con otros ojos ha sido usted.
Espero que sea así, eso es lo que deseo. Agradezco que lo plantees así porque evidentemente yo lo doy y sé que cuando doy es mi obligación explicarlo. Cuando yo lo hice tenía que buscar: sabía dónde había vivido un personaje porque me leía su correspondencia y como al principio de las cartas te pone escrito desde tal calle yo me iba esa calle a buscar aquel sitio; y como de repente, en mitad de la carta, dice estuve ayer con unos amigos haciendo una tertulia en el Café Procope me iba a buscar el Café Procope. Es así como lo hice y tuve que seguirlos.
Hoy día es muy fácil porque te compras una ‘Guía de los lugares donde vivieron los personajes’, entonces va una manada de señores pero que en el fondo no se tomó el esfuerzo de buscarlo. Es por eso que me duele también, porque las cosas que se quieren hay que desearlas y buscarlas.
Hay que desearlas y que prepararse como un peregrino para el viaje.
Se necesita una preparación para todo, también para los viajes. Hablando de Tolstoi, cuando Rilke va con Lou Salomé y deciden que va a ir a Rusia hacen dos viajes, y en años sucesivos porque con el primero no tienen bastante. Se pasan jornadas y jornadas de invierno (es lo que precisamente establece esta relación entre los dos) estudiando ruso, porque como Lou era rusa le podía enseñar perfectamente a Rilke el ruso y su arte porque el quiere conocer aquella Rusia. Cuando Rilke llega a Rusia y ve la Pascua se queda realmente impresionado porque lo llevaba ya en el fondo del corazón, él buscaba aquello y sabía lo que eran los cultos de la Iglesia Rusa. Pero para eso hay que estudiar sobre lo que es la Iglesia Rusa, que no tiene nada que ver con la nuestra porque la Iglesia Ortodoxa por ejemplo ha mantenido las especias, nosotros las mantenemos también en los sacramentos pero la Iglesia Ortodoxa es un mundo sensorial, es una religión basada en los sentidos, y nosotros hemos perdido mucho convirtiéndola en intelectualista. Todo ese mundo es lo que Rilke encuentra cuando llega a Rusia, siguiendo al maestro, siguiendo al viejo León, a Tolstoi, y por eso van a su casa y observa los gestos de Tolstoi. Eso intento transmitirlo sobre todo a los jóvenes, que es un mundo gratificante, de sensualidad, un mundo divertido y más fácil de lo que parece percibir cuando se le pone corazón.
El viejo Tolstoi cuando paseaba por los bosques con su larga barba de profeta, Rilke lo miraba, iba con las manos cogiendo, no cortando, no se hubiera permitido cortarlas, pasaba sus manos sobre las flores y se acariciaba las barbas y el vestido para ir perfumado como las flores de nomeolvides; ésa es la experiencia que tiene Rilke y es su mundo rilkiano porque sería el mundo de no cortes las flores porque las flores están esperando decirte su mensaje, no te acerques a la naturaleza para violarla, no te acerques para cortarla y romperla si no primero escucha lo que te están diciendo. Por eso yo tengo el perfume de nomeolvides, es el mundo de los fetiches.
En este mundo globalizado, queda como resquicio romántico que si quieres realizar esa peregrinación debes implicarte interesándote por el país, cultura, idioma…
Hay que conocer un poco de los idiomas porque uno se extrañaría por qué los rusos cuentan tantos poemas en los que de repente aparece un campesino, un señor barbudo que se abraza a un abedul y le dice amada mía, y le hace unos versos, eso es porque el abedul es la abedul, es femenino y el género de las palabras cambia. Cada idioma tiene su género y es muy importante cuando se entra en un idioma pensar que el escritor está viviendo ese mundo, y que está identificando las personas y las palabras con su género. Todo eso obliga a que cuando uno hace un viaje o lea un poeta tenga una implicación. No pretendo que una persona vaya a aprender el alemán para leer a Thomas Mann o para entender a Rilke, pero si no se tiene un mínimo de conocimiento de cuál es la estructura de cabeza de un alemán y de que es una lengua que declina, y que las lenguas germánicas proceden de un tronco que llamábamos indioeuropeo y que todas están emparentadas, uno no llega a comprender jamás lo que es la cabeza de un alemán ni la de un escritor alemán. El griego también es capaz de formar palabras largas yuxtaponiendo una palabra a otra, como hace el alemán, esto es lo que permite escribir La Ilíada o La Odisea, ellos en una sola palabra dicen Aquiles el de los pies los ligeros o Atenea makromantoussa, la del abrigo largo. Si no se entra en los idiomas no se entra en la cultura.
Entra en los idiomas, en los mundos y también en los personajes. Cuando habla sobre Tolstoi habla como Tolstoi, cuando habla sobre Casanova habla como Casanova.
Tengo una amiga que dice que soy un actor. Hay una catarsis en el escritor que le obliga a interpretar su personaje. El escritor y el actor tienen una cosa en común porque el escritor también interpreta sus personajes, los escucha, los oye y los recita en voz alta. Yo hablo cuando escribo, por eso cuando escribo en público la gente me mira porque pensará que estoy loco, lo único que aciertan de mí. Es verdad que tengo que hablar en voz alta porque sigo el ritmo y siento que así estoy interpretando el personaje y puedo hacer un diálogo, me abandono. En el momento que estoy creando, que estoy escribiendo, me abandono a mi mundo, me importa muy poco quién pueda estar delante que yo no veo a nadie, yo vivo el mundo en el que estoy trabajando.
El hablar en voz alta se nota en el ritmo, convierte la escritura en prosa poética.
Trabajo mucho con el ritmo, probablemente también porque soy descendiente de músicos y tuve una educación musical exigente, considero que hay una parte fundamental, que la palabra es sonido y como todos los sonidos es muy importante manejarla adecuadamente.
Estamos haciendo un mundo en el que todo está abaratado, un mundo utilitario, en el que la palabra sirve para pedir un café o para un acto inmediato, pero la palabra sirve también para hacer arte, para hacer un lujo. La palabra sirve para cantar, expresar los sentimientos, la entonación de una palabra cambia completamente el sentido. El escritor tiene que vérselas con todo este mundo, así es absurdo que haya escritores que son como autores de comunicaciones oficiales, instancias frías. A mí me gusta mucho recalcar que la literatura es un arte y estamos perdiendo de vista esto.
En su obra es omnipresente la cultura y la moral, pero también el amor, la idea de amor del Evangelio de San Juan, Tolstoi o Platón.
Ése pensamiento lo vas a ver en todos los maestros, siempre vamos cayendo sobre las mismas ideas. Cuando hablamos de Tolstoi, yo lo estoy planteando como si fuera un Sócrates; la Iglesia no lo comprendió pero no vayamos a pensar que sólo la Iglesia tenía ese problema, tampoco comprendió a Sócrates el poder griego.
El amor es una idea generosa, es una idea maravillosa que transmuta a dos seres y les hace cambiar. El sentido de la posesión, el querer, es algo mucho más barato que afortunadamente existe y gracias a eso se procrea en el mundo, pero existen otros niveles en el amor.
Yo como tuve una educación germánica me veía obligado a volver a los maestros, Sócrates era un señor al que condenaron como pervertidor de la juventud, a veces se olvida; se le consideraba un pervertidor porque hablaba de cosas que el poder establecido no quería que hablara, es por lo mismo que condenan a Jesús, o la Iglesia condena a Galileo o a Giordano Bruno, como pervertidor de las generaciones, un hereje.
Hoy que se habla tanto de los problemas de los géneros, se quiere buscar hasta qué punto los seres humanos más allá de los géneros tenemos algo universal que es lo que forma la condición humana, y el pobre Giordano Bruno defendiéndose dice ‘yo no soy ni de la tierra ni del cielo, ni hombre ni mujer’, lo cual es de una ambigüedad terrorífica que hoy sería malentendida. Qué triste hablar así de un personaje que está diciendo que va más allá de las diferencias de género, lo quemaron en una plaza de Roma con una crueldad infinita.
En su producción literaria también encontramos referencias orientales y sudamericanas que complementan su visión europeísta.
Me he sentido siempre europeísta, europeo sobre todo, y me siento español porque cuando un escritor tiene un idioma, el idioma marca y es una pasión, si no el escritor se puede dedicar a otra cosa. Escribo en español porque la lengua española es una pasión y la encuentro bien escrita en todos los maestros; un diccionario de la lengua es algo apasionante y más si es de los grandes maestros como Covarrubias me paso las horas dedicándome a leerlos por lo etimológico. Pero también disfruto de mi lengua cuando está escrita por Ruben Darío en Ámerica, por Asunción Silva en Colombia, por García Márquez, por Neruda en Chile, por Lugones en Argentina.
El español es un idioma excepcional y capaz de adaptarse a cada país.
El sudamericano lógicamente tiene otro ritmo, es su mundo, es su cultura. No estamos hablando de un imperio que tiene en Madrid una Academia que decreta cómo hay que hablar en todos los países. Afortunadamente cada uno habla como hablaban sus madres y sus padres y las lenguas están hechas para que los seres humanos tengan la libertad de utilizarlas. Pero quien utiliza bien un idioma te hace disfrutar, y te crea esa profunda sensación de respeto que yo tengo por el español y por todos los pueblos que compartimos la lengua española.
Nos da lo mejor de su vida en sus libros, páginas de luz que ha tenido que escribir en medio de muchos días oscuros.
He trabajado más de cuarenta o cincuenta años para estos libros, miles de páginas escritas y tiradas, muchísimas, no puedes calcular cuántas. Miles de días de inseguridad, de no saber decir nada, de no saber comunicarlo, miles de días como quien está enamorado de otro amando sin esperanza, miles de días sin saberlo decir. Eso es el arte, eso es lo que va creando la presión de la máquina, si no existe esa lealtad, esa fidelidad no se llega a nada. Por eso la urgencia que vivimos hoy día no funciona, perdonadme que yo os lo diga a los jóvenes porque soy más mayor, pero es verdad que la espera fecunda al deseo, es verdad que tiene que llegar un día en que las cosas se pueden ir creando. No se puede hacer un arte de un minuto ni todo en tu habitación, normalmente lo que se improvisa finalmente hay que tirarlo, muchas veces.
 Siempre ha estado reescribiendo, retomando sus libretas y volviendo a las mismas ideas básicas. ¿No ha perdido nunca la paciencia?
Nunca, porque cuando quería decir algo era algo de lo que yo estaba convencido, tenía que probarlo, perseguirlo, hacerlo. Mis viajes del Orient Express empezaron de niño cuando estaba en Suiza y me acercaba a estaciones donde pasaba el Orient Express y veía los carteles de los trenes, que para mí son ya una letanía maravillosa, y decían París, Dijon, Vallorbe, Domodossola, Milano… el nombre del tren era una fantasía porque me podía imaginar aquel camino que llevaba. Eso es la literatura, los nombres de los trenes, como Machado hace literatura con los nombres de los pueblos.
A partir de ahí comencé los viajes en el Orient Express con mis padres en un vagón de coche cama, como un señor; pero Camus acusaba a Gide de haber sido siempre un viajero de primera clase, y un viajero no conoce Europa si no ha viajado en un vagón de tercera, no conoce las colas en las estaciones o los buffets de mala muerte y así decidí hacer el Orient Express en un vagón de tercera, porque pensé que si Graham Greene y Agatha Christie escribieron un libro sobre un Orient Express de lujo hacía falta uno en un vagón de tercera.
Y en estos relatos no oculta que utiliza la memoria selectiva para crear.
Porque se parte de la emotividad, que te despierta el recuerdo, pero tienes que dejar también que se apaguen ciertas cosas. Por eso debes utilizar lo que es propio del arte. Cuando se piensa en la sonrisa misteriosa de la Gioconda, que parece que se está relamiendo como un gato después de haberse comido un ruiseñor, te das cuenta que Leonardo eliminó muchos elementos para darnos sólo esa figura enigmática, incluso del paisaje exterior y todo el mundo que le rodea.
El arte no es un testimonio, siempre volvemos al mismo leitmotiv, el problema es que la literatura es un arte, no es una crónica periodística, nadie te obliga a ser objetivo, el arte es subjetivo y debe serlo.

jueves, 17 de febrero de 2011

Mauricio Wiesenthal. Entrevista 2008

Mauricio Wiesenthal nació en 1943, mientras las luces de la cultura europea se apagaban, y durante toda su vida ha ejercido los más variopintos oficios para lograr ser su propio mecenas. Es el mejor escritor que hay vivo, capaz de legar en sus libros lo más valioso de un tiempo que se nos va, el testimonio de una cultura que sirve para hacer mejor a las personas y al mundo. Con LUZ DE VÍSPERAS, cierra el círculo de una gran trilogía dedicada a Europa que complementa a LIBRO DE RÉQUIEMS y EL ESNOBISMO DE LAS GOLONDRINAS, y con motivo de su publicación aprovechamos para preguntarle por estas poemas y endechas llenos de luz y vida.
Con su amplísima obra publicada, ¿prefiere que se le conozca como vasto autor multidisciplinar o por sus últimos tres libros publicados en Edhasa?
Los tres últimos libros publicados en Edhasa son la obra de mi madurez. Los otros libros fueron el camino para llegar a esa meta.
Lleva cerca de medio siglo conviviendo con esta ‘trilogía de lo que fue’, ¿por qué decide publicarlos estos últimos años?
Los libros deben esperar su hora.  Crecen dentro del autor, cambian, evolucionan y se enriquecen con la vida del escritor. Nunca tuve prisa por editar. Tampoco por tener éxito. Lo difícil es hacer la obra.
Con una obra tan íntima y espiritual, ¿teme sentirse vulnerable ante lectores que no conoce?
El más fuerte no es el que se esconde de los golpes, sino el que los resiste y se levanta. Hay que tener valor en este mundo de cobardes y oportunistas.
LIBRO DE RÉQUIEMS recuerda a los grandes personajes que han forjado la cultura occidental que hoy se desvanece. ¿Acto de última voluntad (literaria, claro) o de justicia poética?
Acto de protesta. Es un proyecto de subversión que consiste en evocar la memoria de los viejos maestros europeos para desenmascarar a los impostores. La justicia poética es la justicia profética.
A pesar de que se pueden leer los capítulos de LIBRO DE RÉQUIEMS de manera independiente, ¿son el humanismo y la fe los ejes que vertebran estas historias?
Yo diría: el humanismo y la fe que heredamos en los valores de nuestra cultura europea. Ya ve qué poco duran otros valores “materialistas” que intenta imponernos el capitalismo y que se devalúan en medio de una terrible crisis económica. Primero fue el crack de los valores humanistas. Y ahora tenemos la consecuencia.
El trabajo de campo previo a la escritura de estos tres libros es una concienzuda recopilación de información realizada a lo largo de toda una vida. ¿Cómo dio en cada caso con la forma adecuada para desarrollar un amalgama de ensayo, historia, memorias, biografía y novela implicándose tanto como narrador?
Igual que se hace un tapiz o se pinta un retablo o se tallan las figuras de un altar. Siempre he pensado que el escritor moderno, por falta de paciencia y de capacidad de sacrificio, se limita a lo fragmentario y a lo pequeño. Es más rentable, multiplicar la producción en un proceso industrial. Por el contrario, cuando una obra está hecha con paciencia artesana, somos fieles a los viejos maestros que nos enseñaron que el camino pasa por la puerta estrecha.
EL ESNOBISMO DE LAS GOLONDRINAS, como su título indica, en un ejercicio más cercano al divertimiento, aunque serio y exhaustivo, que consigue convertir a ciudades y todo tipo de localizaciones en seres vivos. ¿Se pierden los lugares mágicos junto a los genios que los habitaron?
No se pierden los lugares mágicos. Quedan rastros de belleza y de sabiduría por todos los rincones. Hay viejos cafés literarios, patios, plazas, teatros y hoteles  que resistieron el paso del tiempo. Existen lugares encantados. Pero no están al alcance del turista que busca sensaciones en vez de emociones. Para encontrarlos hay que ser un peregrino.
Igual que sucede en REQUIEMS, cada capítulo es una bellísima historia, pudiendo ser la de Zohra, la joven de Marrakech que acompañaba al ciego, un bello cuento oriental. ¿Cuánto hay, no de biográfico, sino de mágico en estos relatos?

Todo en mi biografía literaria quiere ser mágico. Las emociones me devuelven la memoria de todo lo que he vivido, pero el tiempo patina y embellece los cuadros, entonando los colores. Podría contar de otra manera mi historia de amor con Zohra, pero yo la viví así, como un bello cuento oriental.
¿Cómo ve ahora todos estos años que ha pasado como las golondrinas, volando siguiendo los restos de la vieja Europa, como buscador de pecios tierra adentro?
Lo mejor creo haberlo dado a mis lectores. La parte que me quedo para mí es más amarga. Son los días desapacibles en que no hay inspiración, ni dinero, ni éxito, ni amor, ni siquiera lágrimas para escribir un soneto. Lo único que no me fallaba nunca era la fe. Por eso me considero un peregrino.
Al ser el proceso de escritura tan dilatado en el tiempo, ¿cómo se ha transformado la idea original hasta llegar al resultado final?
Para la idea original bastaban unos apuntes en un cuadernillo, unos dibujos o unas flores caídas que cogía en el camino y guardaba en mi libreta. Eso era la experiencia. Luego, estudiando cada detalle, leyendo y volviendo mil veces a los lugares, la experiencia se convertía en emoción; es decir memoria viva. Y, al ir pasando el tiempo, aparecía lo más difícil: la oración.
LUZ DE VÍSPERAS es una obra al estilo de grandes novelas de siglos pasados. ¿Es un libro de ficción independiente o es la manera de complementar el conocimiento de la Europa de sus anteriores obras?
Yo creo en la gran novela tolstoiana, porque permite algo más que narrar una historia. Una buena novela debe aspirar a reconstruir un mundo. Y Luz de Vísperas  me ha permitido reconstruir el escenario de la vieja Europa. Por eso los personajes de mi ficción, mezclados con los históricos –como Tolstoi o Rilke- nos hablan directamente desde nuestro pasado, explicándonos en cuántas cosas los europeos hemos sido infieles a nuestra cultura y nuestros maestros.
Personajes como Gustav, Sara o Dimitrije son quienes llevan el eje de la novela, pero también hay secundarios como la niñera o la niña que habla de los colores con el pintor de la iglesia que son memorables. ¿Cómo consigue en pocas líneas personajes tan importantes como los principales?
Me dejo arrastrar por mi emoción; igual que Rembrandt debía darse cuenta de que, en las sombras, aparecen figuras nuevas. Así surgen  en mi novela las figuras de la niñera, de la pequeña Nennolina o de los revolucionarios rusos en las orillas del Volga. Cuando aparecen y los veo –a la luz de vísperas de mi emoción- me hacen llorar. Si no hubiese estado atento se me habrían perdido.
Al tener las tres obras parecido proceso de gestación en el tiempo, ¿cómo ha podido hacerlas tan identificables a la par que complementarias e interrelacionadas?
Tengo la idea de que un escritor no es nada si no consigue un estilo propio. Y el estilo no sólo es una elección estética, sino un reflejo de la vida y la personalidad del autor. Sé que mi propia vida da unidad a mis obras. Hay un solo corazón.
LUZ DE VÍSPERAS es el canto de cisne no sólo de la cultura europea, también de Europa como entidad. ¿Un futuro renacimiento pasa por la recuperación de los valores clásicos que defiende o por mejorar la mala imitación de EE.UU. en la que se ha convertido?
Todos mis personajes tienen algo en común: creen que Europa no es nada sin la fe, sin el respeto de los maestros, sin la cultura y sin el humanismo. Los americanos están orgullosos de sus pioneros. Me gustaría que los europeos pensasen que un maestro es un pionero.

martes, 15 de febrero de 2011

Gutiérrez Molina. Mundo Libertario

Ahora que es imposible mantener una conversación sin que aparezca la omnipresente palabra crisis, no estaría de más que en vez de pensar en gilipolleces del estilo 'hay que refundar el capitalismo' cayéramos en la cuenta que otro mundo es posible, posible y necesario.
Este año se celebra el centenario de la organización CNT, y aunque no me identifico completamente con la ideología de ningún grupo o asociación, sí es una manera válida para acercarnos al anarquismo sin los prejuicios y tópicos de quien no quiere ver más allá de sus narices. Para celebrarlo rescato el extracto de una entrevista que le hice hace unos años a un gran conocedor de la materia:

José Luis Gutiérrez Molina es uno de los historiadores actuales que mejor conoce el anarquismo y su influencia en la realidad social y económica del último siglo, contribuyendo especialmente con sus conferencias, artículos, colaboraciones y libros a la Recuperación de la Memoria Histórica. En 2008 editó con Almuzara CASAS VIEJAS. DEL CRIMEN A LA ESPERANZA, obra que recupera las figuras de Miguel Pérez Cordón y María Silva "La Libertaria", dos vidas unidas por un ideal.
Con su amplia bibliografía y su didáctica labor como historiador, lleva muchos años luchando por la recuperación de la memoria histórica: parte de su obra consiste en rescatar nombres manchados y olvidados por la desidia de las autoridades y la herencia del franquismo.
Sí, pero no sólo por la desidia de las autoridades y la mala fe del franquismo, sino por la vigencia de una serie de recuerdos que el franquismo nos ha dejado que van más allá de la desaparición de la propia estructura franquista, y entre ellos está el deseo de amnesia y las políticas del silencio o los miedos que se han ido transmitido de padres a hijos, e incluso a nietos, que siguen vigentes de forma que hoy día parte de nuestra historia más reciente no solamente no se conoce sino que se pretende que esté prácticamente desaparecida y olvidada. En este sentido, el mundo libertario, por la dificultad que tiene de encajar en este mundo liberal capitalista en el que vivimos, es uno de los principales damnificados, por lo que no sólo hay que luchar contra las políticas de olvido, también hay que hacer frente a otras cuestiones como la malinterpretación o incluso la difamación de esas ideas.
No es casualidad que la imagen que actualmente se nos pretende transmitir de los anarquistas sea la de desestabilizadores de la ii república en lugar de promotores de la revolución del 36.
Claro, independientemente de la presencia de sectores revolucionarios o que sobrepasaban los planteamientos reformistas republicanos, que no solamente eran cenetistas o anarcosindicalistas, como los federales de Eduardo Barriobero o la Izquierda Radical-Socialista de Botella y Ortega y Gasset (Eduardo), yo creo que el problema de II República es que no fue capaz de llevar a cabo parte del programa reformista propuesto. En el caso del campo andaluz, al menos en la zona latifundista del Guadalquivir, la política tardía y muy descafeinada de reforma agraria no sólo no colmaron las esperanzas sino que llevaron al desencanto, por lo que la actitud de sectores como el anarcosindicalista fue exigir más allá de ese programa reformista, con lo que compartirían parte de la responsabilidad con los propios reformistas.
 
Entonces, ¿tienen los sucesos de casas viejas la importancia que se le da o habría existido otro motivo para la caída del gobierno?
Habría habido otro motivo. La actitud de la derecha era de oposición y boicot a la II República desde su misma proclamación. Casas Viejas vino a facilitar el proceso de reorganización de la derecha que se estaba llevando entorno a la CEDA, sirviendo además como argumento político para las elecciones de 1933. De no haber utilizado estos sucesos, en el primer bienio se producen cerca de 300 muertos en conflictos sociales: Arnedo, Medina-Sidonia, Chipiona
... había muchos lugares donde se habían producido casos parecidos. La importancia que tiene Casas Viejas es la brutalidad del crimen, estamos hablando del asesinato a sangre fría de doce personas (doce fueron los campesinos sacados de sus casas para ser asesinados).
¿Está relegado el anarquismo a ser pieza de museo y de historiadores o tiene cabida en la sociedad actual?
El anarquismo es una obra humana, por lo que tiene un periodo de nacimiento, estructuración, evolución y desaparición; en este sentido el anarquismo es perecedero como "ismo", pero aporta unos elementos diferenciadores de todas las culturas transformadores nacidas al compás del capitalismo, y es que se dirige no a la clase social, sino al conjunto de la humanidad, considerando que hombres y mujeres, independientemente de su clase social, pueden ser protagonistas de un cambio social, de la construcción de una sociedad nueva. Así el anarquismo tiene una proyección que va más allá de la coyuntura histórica, ya que es una configuración determinada en un momento determinado que adopta una estructura, organización y contenidos ideológicos, pero que no se agotan con uno, porque mientras que exista una sociedad injusta existirá gente que luche contra la injusticia, mientras que exista una sociedad que oprima existirá quienes se rebelen; que se llame anarquía o no es una cuestión menos relevante.
Usted lleva trabajando muchos años sin una gran distribución para sus publicaciones. ¿cómo se puede “competir” con ciertos revisionistas mucho más mediáticos aunque menos profesionales?
Me cuesta trabajo llamar historiografía a lo escrito por autores revisionistas, pueden ser publicistas, panfletarios, libelistas, pero no historiadores. Que lo vendan como historia es problema de las editoriales que así lo consideren, y es problema de la sociedad española que acepta la situación a la que hemos llegado de desinformación y falta de libertad, en el sentido de que para ser libre hay que tener la posibilidad de elegir. Desde el punto de vista comercial, también hay que tener en cuenta que muchas personas pueden llegar a comprar esos libros pensando encontrar algo diferente a lo que hay dentro, y eso sucede porque lamentablemente la capacidad de elección, información y por tanto de decisión de la sociedad española es francamente escasa. El éxito o la vigencia de la historiografía revisionista corresponde en parte a la situación de la sociedad española, pero fundamentalmente la campaña de promoción política y mediática realizada durante el gobierno de Aznar.



lunes, 7 de febrero de 2011

Norman Bethune. Réquiem por un sueño

Son los grandes hombres los que dan las claves para hacer avanzar al mundo y mientras fácilmente perviven conocidos nombres en la memoria colectiva, otros se pierden por no haber recibido el reconocimiento debido, como es el caso del Dr. Norman Bethune. Este médico de origen canadiense y vocación universal, fue un brillante innovador al aplicar la invención mecánica a la medicina, fabricando instrumental quirúrgico, aparatos de neumotórax, cizallas y demás inventos para luchar contra la tuberculosis, pero por si algo es recordado, sobre todo en China y cada vez más en España, es por su labor humanitaria que tantas vidas salvó: a finales de 1936 abandona un brillante puesto de cirujano en Montreal para dirigir la ayuda médica enviada desde Canadá al Gobierno de la República; Bethune, un hombre de convicciones demócratas que veía en la Guerra Civil Española un ensayo de la II Guerra Mundial, decide no quedarse de brazos cruzado ante la terrible contienda de ideales antagónicos que marcaría el siglo XX.

En Febrero de 1937 más de cien mil personas huyeron desde Málaga hacia Almería por la carretera de la costa. Cuando las tropas nacionales llegaron a la ciudad de Málaga, la población atemorizada por el miedo a los moros y las amenazas de los discursos de Queipo de Llano, protagonizó un auténtico éxodo mientras eran asediados desde tierra, mar y aire, por las columnas italianas, la marina nacionalista y la aviación alemana. Una peregrinación forzosa que dejó miles de historias, y muertos, por el camino, como queda documentado en POBLACIÓN Y GUERRA CIVIL EN MÁLAGA: CAÍDA, ÉXODO Y REFUGIO (de las profesoras Lucía Prieto y Encarnación Barranquero). Este vergonzoso suceso de nuestra historia reciente fue durante años ocultado por todas las partes, por las víctimas para tratar de olvidar, por el Gobierno de la República para ocultar la indefensión en la que dejaron a Málaga y por los nacionalistas por la crueldad injustificada de los ataques sobre población civil.

Norman Bethune acude a Almería para auxiliar a los refugiados, pero debido a la magnitud de la tragedia se dedicó recorrer la carretera socorriendo sobre todo a los niños, transportándolos junto a sus ayudantes Hazen Sise y Thomas Worsley en una rudimentaria furgoneta equipada con material médico que hacía la función de ambulancia, creando el primer servicio móvil de transfusión de sangre y dejando constancia de las experiencias sufridas en su libro EL CRIMEN DEL CAMINO MÁLAGA-ALMERÍA (hoy día reeditado en versión facsímil).



En los últimos años hemos asistido a la reivindicación del reconocimiento a Norman Bethune y al conocimiento de los hechos de la desbandá, en gran medida gracias al empeño de Jesús Majada, quien rescatando las fotos del libro de Bethune consiguió con la ayuda del Centro Andaluz de la Fotografía organizar una exposición donde se recogían las fotos de Hazen Sise sobre la huída y la biografía del médico canadiense que ayudó a tantos exiliados. Son las fotos de esa exposición internacional las que componen el catálogo que forma LA HUELLA SOLIDARIA, el testimonio gráfico y trilingüe (castellano, inglés y francés) sobre el primer éxodo masivo de la historia moderna y la ayuda desinteresada de quienes creían en la libertad y en la democracia.

martes, 1 de febrero de 2011

Jim Morrison. Una biografía

¿Jim Morrison era un buen escritor? Pues no, pero sí uno de los mejores intérpretes y frontman que ha dado el rock; ya quisiera Bunbury hacer un pacto con el diablo para parecérsele al menos en uno de sus rizos. The Doors no suenan bien en Mp3, pero tampoco en CD ni en K7, es sonido auténtico de vinilo, hipnótico, denso y muy caliente, esperemos que no los descubran los triunfitos ni los modernos amantes de lo retro.

Si algo tienen que temer los grandes artistas y personalidades después de su muerte es a convertirse en iconos pop, teniendo que esponsorizar unos grandes almacenes o aparecer en camisetas y chapas que lleven los gafapastas del momento junto con sus zapatillas converse, y si además eres fotogénico (como Jim Morrison, Che Guevara o Marlon Brando, pues doble problema); de momento parece que Mr Mojo Risin se ha librado de este sufrimiento ya que afortunadamente no anuncia ningún refresco o coche como pretendieron que hiciera con “Come on, Buick, light my fire”.

Jim Morrison fue un artista, un chamán, un intérprete genial cuyas aspiraciones se inclinaban hacia el cine y la literatura. En España, hasta no hace tanto, no hemos tenido mucha bibliografía sobre él, siendo lo más usual los libros de Espiral de la Editorial Fundamentos y los recortes que nos llegaban de la Rolling Stone y Kerrang! El Grupo Robincook con su sello Ma Non Troppo, viene desde hace unos años paliando la carencia de este género en español con biografías y estudios de los mejores géneros de música, y con El enigma Jim Morrison del curtido Stephen Davis (también ha escrito sobre los Rolling o los Zeppelin) llena un hueco importantísimo para los fieles al auténtico rock de los sesenta y setenta.

Todos los aficionados sabemos de la evolución discográfica de los Doors, los hipnóticos rituales en que se convertían los conciertos, los excesos con las drogas y el alcohol, las peleas de Jim con Pamela… por eso este libro me ha encantado, porque viene a profundizar en el lado menos conocido de Morrison y que también resulta fundamental para intentar comprenderlo, sobre todo los capítulos sobre su infancia y sus últimos días en Europa. Basándose en una extensa bibliografía, además de nuevas entrevistas y testimonios, Stephen Davis intenta recrear los primeros años de un niño que sufrió abusos sexuales en el entorno familiar, la fascinación infantil por lagartos, víboras y sapos desarrollada al vivir junto al desierto o la impactante visión de James Dean en ‘Rebelde sin causa’. Hay capítulos que describen a la perfección sus influencias, con títulos como ‘Nietzsche y Bo Diddley’ y vivencias con sus compañeros de piso que demuestran la visceralidad del genio, como cuando descubrió a Elvis. Otro aspecto que el autor cuida mucho en la biografía es la del peculiar contexto social y político en el que crecía Jim, con la guerra de Vietnam como omnipresente telón de fondo y la convulsa vida política norteamericana de los años sesenta. Y junto a los pasos de evolución del artista también acompañamos a la pelirroja Pamela Courson que con diecinueve años entró en la vida de Morrison convirtiéndose en el apoyo y flagelo que necesitaba, su amor hasta la muerte.

Si la faceta musical es el principal arma de Morrison, no son menos interesante sus estudios e inmersión en el mundo del cine en la UCLA y sus inquietudes literarias de las que Davis da buena cuenta con multitud de referencia para cada época (una colección que seguro que quieres para ti); todo esto sin olvidar que el principal legado fueron las canciones, empezando tras el ejemplo de Las puertas de la percepción donde se sembró el germen del futuro grupo The Doors-Open and Closed, y las desilusiones al patearse todas las compañías discográficas hasta llegar a la Columbia. Y es que los Doors tuvieron una carrera muy corta pero intensa (1965-71) con más de cien canciones y algunas realmente buenas para sobresalir en una época donde la nómina impresionante de grupos en la primavera del 66 eran Love, Iron Butterfly, Three Dog Night, Zappa, Byrds, Buffalo Springfield… si eres aprensivo más vale no mirar la lista de los éxitos de hoy y compararla con la de entonces.

Somos muchos los que sintiendo admiración y respeto por El Rey Lagarto hemos llegado hasta los pies de su tumba en el cementerio de Père Lachaise (donde también se hallan los restos de Oscar Wilde, La Fontaine, Molière, Chopin…), así que resulta muy significativo leer las páginas del exilio europeo de Morrison, que siguiendo la recomendación de un abogado huyó a París para evitar que lo pudieran ‘neutralizar’ en la cárcel cuando lo juzgaran por crímenes sexuales y delitos fiscales; Francia era el mejor refugio para jóvenes estadounidenses que huían del reclutamiento para Vietnam, ya que las condenas que cargaba Morrison no eran suficientes para extraditarlo a EEUU. Como última curiosidad hay un par de párrafos que reflejan los últimos días de la pareja, los últimos momentos felices, viajando en coche hasta Gibraltar atravesando España y parándose en el Museo del Prado para ver El jardín de las delicias o en Granada mientras que Pam graba a Jim con una Super 8 cuando están en la fuente de los leones de la Alhambra. Qué bueno. Let it roll, baby, roll!
 

Presentación

Hola, ¿empezamos?
Sé que hay miles de blogs de libros y hasta de literatura, pero ya que leer es algo que cuesta tanto trabajo (escoger el libro adecuado, buscarlo, comprarlo, pagarlo, tener tiempo y sitio para poder leerlo…) y son tantos los libros malísimos que hay que leer para dar con alguno que merezca la pena, siempre echo en falta alguna recomendación; me fío más a la hora de escoger un libro de algún comentario conocido o de alguien de confianza que de la última campaña viral o el marketing más atractivo.
No se verán por aquí títulos como La sombra del viento o Los pilares de la tierra ni autores como Cohelo, Bucay o Pérez-Reverte, eso es más fácil de encontrar en cualquier grande almacén entre los calcetines deportivos y las toallas de baño. Y es que es mucho lo que se le tiene que exigir a un libro para que merezca la pena más que la adaptación hecha película, echar unas cervezas con amigos, mirar cualquier web interesante, escuchar buena música o hacer alguna otra cosa seguro que más provechosa. Eso sí, quien da con un buen libro sabe que no se puede sustituir por nada que lo mejore. Pues ahí vamos.