martes, 15 de febrero de 2011

Gutiérrez Molina. Mundo Libertario

Ahora que es imposible mantener una conversación sin que aparezca la omnipresente palabra crisis, no estaría de más que en vez de pensar en gilipolleces del estilo 'hay que refundar el capitalismo' cayéramos en la cuenta que otro mundo es posible, posible y necesario.
Este año se celebra el centenario de la organización CNT, y aunque no me identifico completamente con la ideología de ningún grupo o asociación, sí es una manera válida para acercarnos al anarquismo sin los prejuicios y tópicos de quien no quiere ver más allá de sus narices. Para celebrarlo rescato el extracto de una entrevista que le hice hace unos años a un gran conocedor de la materia:

José Luis Gutiérrez Molina es uno de los historiadores actuales que mejor conoce el anarquismo y su influencia en la realidad social y económica del último siglo, contribuyendo especialmente con sus conferencias, artículos, colaboraciones y libros a la Recuperación de la Memoria Histórica. En 2008 editó con Almuzara CASAS VIEJAS. DEL CRIMEN A LA ESPERANZA, obra que recupera las figuras de Miguel Pérez Cordón y María Silva "La Libertaria", dos vidas unidas por un ideal.
Con su amplia bibliografía y su didáctica labor como historiador, lleva muchos años luchando por la recuperación de la memoria histórica: parte de su obra consiste en rescatar nombres manchados y olvidados por la desidia de las autoridades y la herencia del franquismo.
Sí, pero no sólo por la desidia de las autoridades y la mala fe del franquismo, sino por la vigencia de una serie de recuerdos que el franquismo nos ha dejado que van más allá de la desaparición de la propia estructura franquista, y entre ellos está el deseo de amnesia y las políticas del silencio o los miedos que se han ido transmitido de padres a hijos, e incluso a nietos, que siguen vigentes de forma que hoy día parte de nuestra historia más reciente no solamente no se conoce sino que se pretende que esté prácticamente desaparecida y olvidada. En este sentido, el mundo libertario, por la dificultad que tiene de encajar en este mundo liberal capitalista en el que vivimos, es uno de los principales damnificados, por lo que no sólo hay que luchar contra las políticas de olvido, también hay que hacer frente a otras cuestiones como la malinterpretación o incluso la difamación de esas ideas.
No es casualidad que la imagen que actualmente se nos pretende transmitir de los anarquistas sea la de desestabilizadores de la ii república en lugar de promotores de la revolución del 36.
Claro, independientemente de la presencia de sectores revolucionarios o que sobrepasaban los planteamientos reformistas republicanos, que no solamente eran cenetistas o anarcosindicalistas, como los federales de Eduardo Barriobero o la Izquierda Radical-Socialista de Botella y Ortega y Gasset (Eduardo), yo creo que el problema de II República es que no fue capaz de llevar a cabo parte del programa reformista propuesto. En el caso del campo andaluz, al menos en la zona latifundista del Guadalquivir, la política tardía y muy descafeinada de reforma agraria no sólo no colmaron las esperanzas sino que llevaron al desencanto, por lo que la actitud de sectores como el anarcosindicalista fue exigir más allá de ese programa reformista, con lo que compartirían parte de la responsabilidad con los propios reformistas.
 
Entonces, ¿tienen los sucesos de casas viejas la importancia que se le da o habría existido otro motivo para la caída del gobierno?
Habría habido otro motivo. La actitud de la derecha era de oposición y boicot a la II República desde su misma proclamación. Casas Viejas vino a facilitar el proceso de reorganización de la derecha que se estaba llevando entorno a la CEDA, sirviendo además como argumento político para las elecciones de 1933. De no haber utilizado estos sucesos, en el primer bienio se producen cerca de 300 muertos en conflictos sociales: Arnedo, Medina-Sidonia, Chipiona
... había muchos lugares donde se habían producido casos parecidos. La importancia que tiene Casas Viejas es la brutalidad del crimen, estamos hablando del asesinato a sangre fría de doce personas (doce fueron los campesinos sacados de sus casas para ser asesinados).
¿Está relegado el anarquismo a ser pieza de museo y de historiadores o tiene cabida en la sociedad actual?
El anarquismo es una obra humana, por lo que tiene un periodo de nacimiento, estructuración, evolución y desaparición; en este sentido el anarquismo es perecedero como "ismo", pero aporta unos elementos diferenciadores de todas las culturas transformadores nacidas al compás del capitalismo, y es que se dirige no a la clase social, sino al conjunto de la humanidad, considerando que hombres y mujeres, independientemente de su clase social, pueden ser protagonistas de un cambio social, de la construcción de una sociedad nueva. Así el anarquismo tiene una proyección que va más allá de la coyuntura histórica, ya que es una configuración determinada en un momento determinado que adopta una estructura, organización y contenidos ideológicos, pero que no se agotan con uno, porque mientras que exista una sociedad injusta existirá gente que luche contra la injusticia, mientras que exista una sociedad que oprima existirá quienes se rebelen; que se llame anarquía o no es una cuestión menos relevante.
Usted lleva trabajando muchos años sin una gran distribución para sus publicaciones. ¿cómo se puede “competir” con ciertos revisionistas mucho más mediáticos aunque menos profesionales?
Me cuesta trabajo llamar historiografía a lo escrito por autores revisionistas, pueden ser publicistas, panfletarios, libelistas, pero no historiadores. Que lo vendan como historia es problema de las editoriales que así lo consideren, y es problema de la sociedad española que acepta la situación a la que hemos llegado de desinformación y falta de libertad, en el sentido de que para ser libre hay que tener la posibilidad de elegir. Desde el punto de vista comercial, también hay que tener en cuenta que muchas personas pueden llegar a comprar esos libros pensando encontrar algo diferente a lo que hay dentro, y eso sucede porque lamentablemente la capacidad de elección, información y por tanto de decisión de la sociedad española es francamente escasa. El éxito o la vigencia de la historiografía revisionista corresponde en parte a la situación de la sociedad española, pero fundamentalmente la campaña de promoción política y mediática realizada durante el gobierno de Aznar.



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