lunes, 7 de febrero de 2011

Norman Bethune. Réquiem por un sueño

Son los grandes hombres los que dan las claves para hacer avanzar al mundo y mientras fácilmente perviven conocidos nombres en la memoria colectiva, otros se pierden por no haber recibido el reconocimiento debido, como es el caso del Dr. Norman Bethune. Este médico de origen canadiense y vocación universal, fue un brillante innovador al aplicar la invención mecánica a la medicina, fabricando instrumental quirúrgico, aparatos de neumotórax, cizallas y demás inventos para luchar contra la tuberculosis, pero por si algo es recordado, sobre todo en China y cada vez más en España, es por su labor humanitaria que tantas vidas salvó: a finales de 1936 abandona un brillante puesto de cirujano en Montreal para dirigir la ayuda médica enviada desde Canadá al Gobierno de la República; Bethune, un hombre de convicciones demócratas que veía en la Guerra Civil Española un ensayo de la II Guerra Mundial, decide no quedarse de brazos cruzado ante la terrible contienda de ideales antagónicos que marcaría el siglo XX.

En Febrero de 1937 más de cien mil personas huyeron desde Málaga hacia Almería por la carretera de la costa. Cuando las tropas nacionales llegaron a la ciudad de Málaga, la población atemorizada por el miedo a los moros y las amenazas de los discursos de Queipo de Llano, protagonizó un auténtico éxodo mientras eran asediados desde tierra, mar y aire, por las columnas italianas, la marina nacionalista y la aviación alemana. Una peregrinación forzosa que dejó miles de historias, y muertos, por el camino, como queda documentado en POBLACIÓN Y GUERRA CIVIL EN MÁLAGA: CAÍDA, ÉXODO Y REFUGIO (de las profesoras Lucía Prieto y Encarnación Barranquero). Este vergonzoso suceso de nuestra historia reciente fue durante años ocultado por todas las partes, por las víctimas para tratar de olvidar, por el Gobierno de la República para ocultar la indefensión en la que dejaron a Málaga y por los nacionalistas por la crueldad injustificada de los ataques sobre población civil.

Norman Bethune acude a Almería para auxiliar a los refugiados, pero debido a la magnitud de la tragedia se dedicó recorrer la carretera socorriendo sobre todo a los niños, transportándolos junto a sus ayudantes Hazen Sise y Thomas Worsley en una rudimentaria furgoneta equipada con material médico que hacía la función de ambulancia, creando el primer servicio móvil de transfusión de sangre y dejando constancia de las experiencias sufridas en su libro EL CRIMEN DEL CAMINO MÁLAGA-ALMERÍA (hoy día reeditado en versión facsímil).



En los últimos años hemos asistido a la reivindicación del reconocimiento a Norman Bethune y al conocimiento de los hechos de la desbandá, en gran medida gracias al empeño de Jesús Majada, quien rescatando las fotos del libro de Bethune consiguió con la ayuda del Centro Andaluz de la Fotografía organizar una exposición donde se recogían las fotos de Hazen Sise sobre la huída y la biografía del médico canadiense que ayudó a tantos exiliados. Son las fotos de esa exposición internacional las que componen el catálogo que forma LA HUELLA SOLIDARIA, el testimonio gráfico y trilingüe (castellano, inglés y francés) sobre el primer éxodo masivo de la historia moderna y la ayuda desinteresada de quienes creían en la libertad y en la democracia.

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